Libertad de expresión a pie de calle.
A raíz de Charlie Hebdo
Llámenme oportunista ,
llámenme lo que quieran, pero yo también quiero hablar un poquito , no mucho
que si no se me cansan, sobre la libertad de expresión , pero no a gran escala,
sino a nivel de calles de pueblo ,
bancos de jardines o cafeterías de café y periódicos en buffet libre.
La realidad no es otra
que el ataque contra Charlie Hebdo supuso un duro agravio contra la libertad de
expresión y contra los medios de comunicación .Quizás, y solo digo quizás, estamos
más en riesgo que nunca y a la vista está. Pero esos son otros devenires y
otros renglones que quizás en un futuro me atreva a redactar .
Como bien decía ,la
libertad de expresión sufrió un ataque que ha hecho saltar las alarmas acerca
de lo libres que somos a la hora de
transmitir una opinión. Hoy en día es
fácil escribir una líneas en cualquier red social y que al minuto, ¡qué digo segundo! un hombre
de un lugar distinto al tuyo o de una ciudad en el otro punto cardinal del mundo
te lea o interactué contigo. Es interesante , pero a la vez trepidante esto que
digo, y eso que solo hablaba de redes sociales. Que escribes y pasan las horas
y tu opinión se ha ido entre muros y retuit .¿Pero qué decir de los blogs?
todavía son más arriesgados , los que escribimos en estos medios habitualmente
corremos el riesgo de que nuestros contenidos sean tergiversados y traídos
hacia el lado que al lector le interesa. Como ven estamos abiertos a mil y una
situación y vetos por nuestras palabras, ¿porque no decirlo ?, VE-TOS. Verbo
que según marca la RAE es lo siguiente: ''Derecho que tiene una persona o corporación para vedar o impedir
algo.''
Y llegados a este punto ustedes quizás se
pregunten qué tiene que ver esto con el ataque terrorista de París .Fácil, en
dicho ataque ,como bien he dicho, se sesgó la libertad de expresión
repugnantemente, pero bien, ¿cuántas veces sesgamos nosotros la libertad de
opinión cuando no nos interesa lo que se promulga en tal o cual lado? .Es una
pregunta dura en su forma, pero fácil de responder ,y me explico. De forma
inconsciente nosotros también atentamos
habitualmente contra la libertad de expresión - entiéndase que no
intento comparar el acto terrorista con lo que voy a decir -, somos capaces en
muchas ocasiones de prohibir ciertas publicaciones en un medio escrito que ha
dicho lo que nuestros oídos no quieren escuchar, y es que quizás en la valentía de sus palabras está el miedo
de que le toquen las cosquillas y les vean que son mundanos y no celestiales,
como todos ¡vamos!.O quizás atentamos contra la libertad de expresión cuando a
nuestra puerta toca un amigo de toda la vida y por decirte que no haces las
cosas bien en un determinado tema te haces tripas el corazón y le niegas el café
o simplemente la palabra .Pero esto es mucho más sencillo , ¿cuántas veces
mientras tostabas tu cuerpo al sol en un dialogo de media tarde en el banco de
tu plaza, escuchaste algo que no te parecía bien y sin mediar palabra cogiste y
te marchaste a tu casa enrabietado y sin dar lugar a explicación alguna?,
muchísimas seguro. Yo también lo he hecho, y lo reconozco sin problema, pero
siempre he intentado dialogar, y no amenazar como hacen algunas personas que se
las dan de dialogantes y correnctísimos. ¿Cuántas veces has oído en la radio
una noticia y has dicho :¡bah! ¡menuda mierda de radio! que cosas dicen por
favor .Y ya no la escuchas más. Craso error el tuyo.
Todo lo enunciado anteriormente son tristemente
realidades del día a día, realidades que difícilmente se solucionan por la
cobardía del que se niega a agachar la cabeza ante la persona a la que hadejado
helada por su actitud .Últimamente vengo haciendo hincapié en que cada vez nos
falta más dialogo, las llegadas de las TICS
(Tecnologías de la información) ha hecho que las relaciones
interpersonales queden como los papiros en la actualidad.Hoy ya no tenemos los
suficientes cohones , como dirían por la
gran ciudad del Guadalquivir , para
levantar el teléfono y simplemente citar a la otra persona para aclarar las
cosas. También debemos entender que nos movemos en una sociedad donde amargamente
el interés está a la orden del día , es decir, si no me interesa esa persona me importa tres
pimientos su opinión y lo que haya dicho de mí, ahora que yo lo puteo todo lo
que me da la gana y más. Eso señores, también es atentar contra la libertad de
expresión , porque con nuestro juego sucio hacemos que esa persona no pueda
emitir sus juicios libremente, aunque todavía quedamos algunos loco, gracias a Dios.
En resumidas cuentas ,necesitamos volver a
empuñar el arma tan importante que es el diálogo, debemos dejarnos de creernos
los mejores y ser humildes, que en muchos casos nos falta humildad , porque
personas somos todos, y fallos cometemos todos .No somos los mejores ni somos
dioses, sino personas mundanas que tenemos fallos y somos imperfectos, nuestra
verdad no es una verdad absoluta, siempre puede llegar alguien que te la rebata
y quizás tenga razón. Si llega esa persona no le cierres la puerta en la cara,
ábresela, invítalo a sentarse en tu mesa y usa tu mejor arma : EL DIÁLOGO.
P.D: Si tienes algún conflicto que te hace de
tripas el corazón ,hadme caso , levanta el teléfono y llama, o simplemente
manda un wassap. Yo también espero mi llamada y yo también levanté el teléfono.
Para descargar en PDF: https://www.dropbox.com/s/lyaifd55hju6dcv/Libertad%20de%20expresi%C3%B3n%20a%20pie%20de%20calle.pdf?dl=0
José María Cámara Salmerón
Cofrade y Soñador
17/5/13
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