En esta semana donde la Esperanza cobra especial relevancia, quiero traeros hasta mi blog un interesante artículo de ''El Correo de Andalucía'' .Un artículo donde el cantaor flamenco Manuel Cuevas nos cuenta algunos detalles de aquella histórica saeta a la Esperanza Macarena en plena Campana en el año 2013.
Una saeta que emociono por doquier y que sin lugar a dudas marcó un antes y un después en las entradas en Campana de la perla de San Gil.
Primeramente os pongo el vídeo para que recordéis tal saeta .
Extracto de la reviste de el Correo de Andalucía.
Texto:Carmen Prieto.
Miles de reproducciones del vídeo en You Tube y los cientos comentarios generados en las redes sociales y en las webs de todos los periódicos sevillanos no dejan lugar a dudas. La saeta que Manuel Cuevas (Osuna, 1976) le cantó a la Esperanza Macarena en la Campana se gravó para siempre en la memoria cofrade de la ciudad. La brillante ejecución -que se pronuncie Manuel Bohórquez- los sentimientos que fue capaz de despertar y ese majestuoso palio parado durante casi cinco minutos en medio de la Plaza ávida de Esperanza en una Madrugá que todavía tentría que deparar muchas otras estampas para el recuerdo se conjugaron para que, más allá de la lluvia y el refugio improvisado el tema de conversación en los corrillos cofrades durante el resto de Semana Santa y los días venideros fuera lo que sucedió en ese momento ante las cámaras de televisión y los micrófonos de todas las emisoras de radio. Un compendio de circunstancias que en absoluto responden a la casualidad.
Hace tres amor, Manuel Cuevas le cantó a la Virgen de la Paz en la salida de San Sebastián El capataz Antonio Santiago responsable también del martillo de la Macarena, tras oirle, le propuso al cantaor ursaonés que le cantara a la Señora de San Gil. El año pasado le llegó la petición formal desde la hermandad del Arco pero Manuel ya tenía la fecha comprometida. Así que, entre unas cosas y otras, hubo que esperar a este año. En esta confabulación hay que incluir a Luis Miguel Martín Rubio, que desde hace cinco años contrata a Manuel Cuevas para que cante al Cristo de Burgos. -cuyo capataz también es Antonio Santiago- en la plaza de San Pedro. De echo , hasta la noche del Miércoles Santo no estaba decidida la letra de esta saeta: "Tenía pensada tres distintas pero ninguna me convencía" , confiesa Manuel. Así se lo hizo saber al capataz durante el bocadillo con la cuadrilla y Antonio Santiago, "me enseñó una y me dijo ¿Y esta te gusta? La letra le impactó sin saber de quien era ni que Rodríguez Buzón era de su pueblo. No lo dudó y simplemente le añadió el final de otra saeta que sabía de hace tiempo.
Pese a su devoción por la Macarena, a la que visita en su basílica siempre que viene a Sevilla, nunca la había visto en la calle. Sus compromisos profesionales y sus devociones de cuna siempre había impedido este encuentro. Pero el gusanillo ya se había colado dentro: "Cuando veía a la gente cantándole por la tele siempre pensaba : si yo pudiera estar ahí.... " Así que cuando esta vez la llamada llegó a tiempo no se resistió ni un momento. Y su primer encuentro fue justo en la Campana. La virgen en su palio, en el centro de la plaza, parada estratégicamente por Antonio Santiago y Manuel Cuevas en el balcón de Banesto agarrado a la baranda para cantarle aquello de...
"Hermosa perla de San Gil, todo el mundo sabe: que de frente o de perfil más buena moza no cabe"
Los certámenes y exaltaciones propios de la Cuaresma ayudan a Manuel Cuevas a preparar su cuerpo y su voz para la Semana Santa pese a que el resto del año lo suyo es el flamenco, que "es muy diferente" . De todas formas, cuando llegó el momento mágico de la Madrugá, su única preocupación era que no fallara mucho la voz y "salir en mi tono". Cantar así es arriesgado porque la saeta es libre pero salí bien, me encontraba a gusto y no me guardé nada desde el principio, haciendo todos los tercios a reventar. Me arriesgué a quedarme en la estacada, pero Ella me ayudó". Y los oles los aplausos se intercalaron en su interpretación hasta la gran ovasión final.
También desde la noche del Miércoles Santo estaba acordado que el palio llegaría recuperando tiempo para que "pudiera cantar la saeta ami ritmo.Antonio Santiago me hizo un gesto para que supiera que tenía tiempo... y pensaba hacer el cambio de seguiriya a martinete cuando levantara el paso. Y tenía la mano en el martillo cuando empecé, pero al final soltó el martillo y yo me relajé..." Manuel disfrutó tanto cantándole a la Macarena como hizo vibrar el resto escuchándole. Estaba tan satisfecho que "me hubiera dado igual que no me aplaudieran porque quedé contento conmigo".
Pero no solo encandiló a todos, sino que la repercusión ha echo que en todos los conciertos que ha ofrecido después, de Lepe o Almonte a Vitoria o Bilbao, le hayan pedido que cante una saeta. En la Roda de Andalucía coincidió con la misma banda de música, el Carmen de Salteras, y "los costaleros y músicos me pedías autógrafos y se hacian fotos conmigo, Jamás me había imaginado tanta repercusión"
Manuel Cuevas volvió a cantarle a la Macarena en la entrada, desde el balcón de la casa hermandad, pero no fue igual "Iba a llover y todos íbamos con prisas. No disfruté igual ni me salió tan bien". Pero es que lo de la Campana ya se sabía irrepetible.