''Al final, mi vida, se mide por cada Semana Santa''

Antonio Bejarano


jueves, 15 de marzo de 2018

INCIENSO Y PASIÓN: TEXTO DE LA EXALTACIÓN MARIANA A MARIA SANTÍSIMA DE LA SOLEDAD DE CIEZA. D. ALBERTO CASTILLO

@JoseMariaCamara

''María. Divina advocación de SOLEDAD. Señora y madre de esta CIEZA PENITENTE. Reina de cielos y tierra, torre de marfil, estrella de la mañana.... flor bendita entre las flores que hace palidecer al mismo sol con su radiante belleza.''

Hoy , casi un año después, comparto con todos ustedes el texto de la exaltación mariana que el reconocido periodista D. Alberto Castillo Baños realizó la pasada cuaresma a la imagen de María Santísima de la Soledad.

Un acto que dio por concluido el acto de bendición del nuevo manto de la imagen citada anteriormente ,y que nos dejó emocionados a los presentes, puesto que, D. Alberto en un alarde de amor por María y por la Semana Santa de Cieza nos cautivó palabra a palabra.

Por supuesto agradecer a D. Alberto el haberme pasado el texto para poder compartirlo con todos ustedes.



Este verte venir y presentirte
Y mirarte avanzar y adivinarte;
Este sentir tu voz; este adorarte,
Este vivo clamor de bendecirte.

Este llegar tan tuyo y ese irte
–Con corazones ciertos para amarte
Al borde tu manto– y el cantarte
Y a nuestra tierna pena requerirte.

Todos habían abandonado a Jesús. Todos menos su madre que acudió presurosa a compartir los dolores del hijo amado. La fuerza de una madre y el valor de la fe de aquella mujer la empujaron a seguir todo el camino de la Vía Dolorosa al Calvario.

Recordemos el Cantar de los Cantares:
BUSCABA AL AMOR DE MI ALMA, LO BUSQUE Y NO LO ENCONTRE.
ME LEVANTE Y RECORRI LA CIUDAD POR CALLES Y PLAZAS BUSCANDO AL AMOR DE MI ALMA, LO BUSQUE Y NO LO ENCONTRE.

Pensando en el Hijo muerto en sus brazos después de bajarlo de la Cruz, María en su infinita SOLEDAD, se dirige a todos los hombres con esta lamentación de Jeremías:

VOSOTROS, TODOS LOS QUE PASAIS POR EL CAMINO, MIRAD Y VED SI HAY DOLOR SEMEJANTE AL DOLOR CON QUE SE ME AFLIGE, CON EL QUE EL SEÑOR ME HA HERIDO……………….



-Hermosa y pura rosa de pasión de los jardines de esta Cieza de cristianos viejos.
-Nieve pura que el Dios del Amor nos envió a estas benditas tierras para que la Gloria, con tu presencia, se hiciera realidad.
- Señora y Reina de la Basílica de la Asunción.
-Torre de fina turquesa con la que tus hijos sujetan el puñal de tus dolores.
-Rosa mística que se enseñorea de los cielos de esta CIEZA nuestra.
-Señora Reina de Dolores y Amores partidos por la SOLEDAD de la muerte en el calvario.
-Dueña del alma enamorada del ciezano.
-Virgen de la SOLEDAD. Madre y Señora Nuestra.
-Divino sagrario donde el mismo Dios sembró la semilla del Espíritu para que creciera en tu inmaculado seno de Madre amantísima.

María. Divina advocación de SOLEDAD. Señora y madre de esta CIEZA PENITENTE. Reina de cielos y tierra, torre de marfil, estrella de la mañana.... flor bendita entre las flores que hace palidecer al mismo sol con su radiante belleza. Pese al drama en esta representación iconográfica de la Madre rota de dolor, pese a eso, Ella es la inmensa felicidad de la mujer escogida por Dios para ser la madre de Jesús. Desde ese momento todo tiene que girar en torno a su triunfo, a su participación en la obra redentora.


Fue en la humilde adolescente “nazarita” donde Dios mismo encontró el templo sagrado que serviría de cobijo a la semilla del Espíritu. Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito, dijo el mismo Jesús a Nicodemo.

María, desde siempre y por siempre, será la obra maestra de la Redención, tanto por las gracias como por las glorias que de la misma recibió.

Por su fe en Dios, su seno inmaculado y virginal, se convirtió en el gran santuario del Nuevo Testamento. En el único y verdadero Templo de Sabiduría del que hablan las sagradas escrituras. Del punto de encuentro del hombre con Dios, pues en aquel seno bendito se hizo carne el Verbo eterno del Padre.

Pero María, divina señora de LA SOLEDAD MAS AMARGA, tenía un larguísimo camino que recorrer desde la gruta de Belén al Gólgota. Camino de soledades y sufrimientos. Camino de dolores que quizá llega a su momento más difícil cuando tiene que sostener en sus brazos, bajo la cruz, el cuerpo inerte del MAS JUSTO DE LOS HOMBRES.

Solo una madre que haya visto morir a su hijo puede entender el dolor de esta hora. Solo quien haya luchado contra la muerte en un lecho donde un niño se agita convulsionado por la fiebre. Solo quien haya abrazado, con terror, el cadáver y le haya puesto temblorosa las ropas que le acompañaran a la fosa………….

María ve a su Hijo. Ve los despojos que han quedado de él. Apenas puede creerlo. Los santos varones lo han bajado de la Cruz, inerte, desmadejado y roto.  Lo sabe y le parece imposible. Lleva treinta y tres años teniéndolo y ahora se da cuenta de que sus temores se quedaron cortos. Su imaginación se puebla de imágenes. ¿Dónde está el angel ahora?

¿Por qué no repite ahora aquello de llena de gracia? ¿Dónde y porque se fueron las horas hermosas? ¿Qué fue de las horas felices en la carpintería de Nazaret cuando Jesús jugaba entre virutas? María recuerda aquel porracillo que, el niño travieso como todos, se había pegado tras caerse de una mesa que hacía José………… y María, como todas las madres, dejó cuanto tenía en sus manos para correr a recogerlo del suelo y limpiarle las heriditas…….

María, con el corazón roto, en la más inmensa SOLEDAD DEL CALVARIO llora y eleva sus ojos al Padre buscando en la noche de la primavera ciezana el consuelo a su alma atormentada…


Esta tarde, Reina, Señora y Madre de esta CIEZA PENITENTE tus amados hijos cubren tu dolor con este precioso manto que para ti han tejido, puntada a puntada, con la aguja de amor de sus corazones y el sentimiento que nos mueve a quererte por encima de todo. Es un manto negro, como la noche. Negro por tu dolor y sufrimientos. Negro porque solo tú eres la luz que ilumina al mundo cuando tu hijo, aquí presente, se encuentra YACENTE en el sepulcro. Pero también, este manto Señora, tiene el reflejo del sol que ilumina esta tierra cofrade. Los rayos más hermosos que se han tejido, hilo a hilo, para bordar sobre el negro luto tu corazón traspasado símbolo de tus siete dolores.

Estos días que nos aguardan, María, será VIRGEN de la PIEDAD, NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR, de GRACIA Y ESPERANZA, VIRGEN DE LOS DOLORES, AMARGURA y SOLEDAD TRAS LA VUELTA DEL SEPULCRO.

La veremos llorar en la plaza Mayor, en San Pedro, Cánovas del Castillo o Buitragos. Si miramos de hito en hito su hermoso rostro de Madre dolorida nos estremecerá, al hacerlo, en San Sebastián, el Paseo, Buen Suceso o Angostos. Regará con sus divinas lágrimas el empedrado secular de esta Jerusalén ciezana y, de ese riego de amor, surgirán las más hermosas flores del corazón enamorado de tus hijos de CIEZA.

Pero sabes, MADRE, que Él va a cumplir su promesa hecha a la humanidad toda. Que estará YACENTE en el Sepulcro. Que bajará a los INFIERNOS, por el Muro, en la oscura noche de ánimas entre hachotes y pebeteros de fuegos enredados en místicas oraciones. Que el viejo Segura será el espejo donde se mire el CRISTO que no ha muerto. Y en la GLORIOSA MAÑANA DE LA DOMINICA DE PASCUA, Él, saldrá victorioso por la ESQUINA DEL CONVENTO. Vencedor de la muerte. Triunfante y Resucitado.

Atrás quedará la pesadilla y tu negro manto de la noche se volverá blanco de azahares en sazón de primavera y quien ha sido SEÑORA DE LA SOLEDAD MAS AMARGA se convertirá en MADRE DEL AMOR encandilando al mismo sol con su radiante belleza.

Y a partir de ese momento tanto tiempo esperado. Desde el mismo instante del triunfo de la vida sobre la muerte y el pecado, María, será LA SANTISIMA MADRE DEL BUEN SUCESO CORONADA que desde la Atalaya nos protege bajo su mirada amantísima.

Otro manto te espera SEÑORA para cubrir de gloria y majestad tu fino cuerpo. Es este el que la naturaleza pone a tus pies en la eterna PRIMAVERA DEL ALMA. El bello manto de la FLORACION que desde nuestros campos y huertas se eleva hasta la ATALAYA donde tienes tu Santuario para cubrirte y envolverte en GLORIA Y MAJESTAD como Reina, Señora y Madre de esta CIEZA QUE TE ADORA.

Yo quisiera, esta tarde, tener las alas de los ángeles que acompañan a nuestro CRISTO DEL CONSUELO y subir con ellas a lo más alto de la ATALAYA para proclamar a los cuatro vientos del Valle:

BENDITA SEA TU PUREZA Y ETERNAMENTE LO SEA
DIOS TE SALVE MARÍA, DIOS TE SALVE.





José María Cámara Salmerón
Cofrade y Soñador
17/5/13


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