''Al final, mi vida, se mide por cada Semana Santa''

Antonio Bejarano


lunes, 27 de mayo de 2013

ESTAMPAS COSTUMBRISTAS DE MI VIDA(I), LA MUJER DEL PILAR

ESTAMPAS COSTUMBRISTAS DE MI VIDA (I), LA MUJER DEL PILAR
 Corría el año  dos mil diez, comenzaba una nueva etapa en mi vida, empezaba la universidad y con ella un mundo totalmente distinto al vivido previamente en el instituto.
La necesidad de aprender inglés me llevo a apuntarme a la escuela de idiomas de mi universidad la UCAM, debo reconocer que termine bachiller siendo un petardo en inglés, y gordo.
Y ustedes que empiezan a leerme dirán, ¿bueno y que tiene que ver una mujer con el inglés y la universidad?, pues mucho señores mucho.
Como bien sabéis aquellos que me conocéis y los que no ya os lo digo yo , soy de Cieza, y no tengo transporte propio, lo que me llevo a tirarme al autobús, cuando mi gran amigo José Ángel García no podía bajarme a Cieza al terminar su jornada laboral , por cierto sino te lo he dicho antes GRACIAS JOSE ANGEL POR ESOS BONITOS DETALLES HACIA MI PERSONA
Aquellos que me conocéis sabéis que me caracterizo por ser un observador nato, y controlar todo lo que me rodea, quizás por cosas de la vida he tenido que aprender a hacerlo así , o sino la vida me comería lentamente, vamos ''homine lupus homine'' o lo que es lo mismo, el hombre es un lobo para el hombre.
Para llegar a San Andrés tenía que cruzar el castizo barrio de San Antolín, y pasar por la puerta de la Capilla del Pilar, pues bien justo enfrente y rodeada de prensa y flores se encuentra nuestra protagonista, la mujer de velo acurrucada al calor de unos cartones, unas veces resguardada en una pequeña puerta o bien apoyada en una pared al relente del día.
Aquella mujer me llamo la atención poderosamente, imagínense un chico de 18 años, observador y sentimental hasta la médula, día tras día, tarde tras tarde veía a aquella mujer tirada a las manos del destino. Rápidamente mis ojos se encaminaron a ella, mi mente comenzó a preguntarse ¿por qué una persona de esa edad tenía que estar en la calle pidiendo? En fin cosas que nunca entenderé.
Aquella mujer rondara los sesenta años, pienso yo, es peculiar en su aderezo pues viste velo y túnica siempre de los mismos tonos, esta mujer por sus características debe ser musulmana, y tener el islam por bandera.
 Pues bien hoy han pasado tres años desde que aquel año empecé a ver a aquella mujer , tres años y cada vez que paso hay esta , inherente al paso del  tiempo , inherente al frio , al calor a la lluvia ,para ella los días deben ser todos iguales, no debe existir distinción entre festivos y laborales, algo verdaderamente doloroso y más a una persona de su edad.
El día lo pasa acurrucada entre cuatro cartones esperando que algún alma caritativa  le dé una limosna para poder llevarse a la boca algún trozo de pan, algo realmente duro, pues como bien decía esta día tras día. Su rostro es el rostro más duro que en mi vida he podido ver, mirada perdida en la nada, postura de desazón y descorazonamiento.
Esta mujer sin quererlo se ha convertido en una persona más en mi vida, se ha convertido en un elemento desagradable. Ojala esa mujer deje de verla y sepa que está bien cuidada, pues una persona  debe tener todas las cosas bonitas que la vida te puede dar, pero quizás esta mujer fue arrancada de su país por la obligación de buscar un futuro mejor, que como tantos y tantos inmigrantes han venido a parar a las  cálidas y ajetreadas tierras murcianas en busca de una salvación para su vida.
 Tan solo quiero acabar haciéndoles un ruego: cuiden de sus seres queridos mayores o jóvenes, niños o ancianos, pues nadie merece sentirse solo en el  duro camino de la vida, dadle todo vuestro cariño y cuidar de ellos hasta que el PADRE los llame al eterno descanso, porque tal y como dice mi abuela, lo que tu hagas hoy, mañana te harán a ti.
 
Salmo 71:9'' No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare,
    no me desampares.''
 
José María Cámara Salmerón
Cofrade soñador y enamorado de ella

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