Como viene siendo habitual cuando la Cuaresma llega a nuestras vidas la Cofradía de la Caridad de Murcia , la cual publica en formato digital su publicación '' ROSARIO CORINTO '' .Una publicación en la que llevo colaborando periódicamente por petición de su presidente, mi buen amigo Antonio José García Romero.
A lo largo de estos años dicha publicación ha sido mi manera de motivarme a investigar sobre algún determinado apartado del arte sacro en Murcia. El pasado año decidí comenzar una serie sobre la obra de Sánchez Lozano a través de dos grupos escultóricos, la Virgen del Carmen , Patrona de Beniajan y el Sagrado Corazón de la Ribera de Molina. Dos grupos escultóricos fantásticos y que gozan de mi total admiración , por eso me decidí a escribir sobre ellos, intentando por otro lado dar a conocer la figura del escultor pilareño, denostado por algunos por seguir a rajatabla la obra de Salzillo.
Espero que os guste, y si no conocen esta representación de la Virgen del Carmen les invito a que acudan a Beniajan a verla en su parroquia, no les decepcionará en absoluto,
Hoy os traigo el primero de los artículos de esta serie : ''La obra de Sánchez Lozano a través de Nuestra Señora del Carmen de Beniaján y el Sagrado Corazón de la Rivera de Molina (I)''.
La obra de Sánchez Lozano a través de
Nuestra Señora del Carmen de Beniaján y el Sagrado Corazón de la Rivera de
Molina
Francisco Salzillo murió el dos de marzo de 1.783 siendo enterrado en el desaparecido convento
de Capuchinas.
‘’Que
es cosa natural a toda criatura de la qual ninguno por justo o pecador
que sea se puede escapar’’
Segundo
testamento de Fco.Salzillo (1765)
Quizás te sorprenda el
comienzo de este artículo, pues más bien podría ser el final más que el principio,
pero no, el dos de marzo de 1.783 sería una fecha que pasaría a la historia por
dos cosas de importancia capital en el desarrollo e historia del antiguo Reino
de Murcia, primero : muere el escultor más afamado y querido que nunca ha
pisado nuestra huertana tierra, D. Francisco Salzillo, segundo: se continua la
escuela de escultura murciana , erigiendo a Salzillo como el primero de todos y
espejo a seguir en el devenir de los tiempos por todos aquellos que de una
manera u otra intentan imitar las obras del gran escultor murciano. Como verán
una fecha con dos puntos muy contrapuestos, el principio y el final , Salzillo
se constituye como el alfa y el omega de una importante escuela de escultura ,
escuela que desde la muerte del primero en el S.XVIII ha ido dando escultores
de gran valía y calidad artística, citando entre ellos a : Roque López, Sánchez
Araciel , Marcos Laborda, Santiago Baglietto,Juan Porcel, Sánchez Tapia,
Sánchez Lozano, Labaña o el recientemente fallecido Francisco Liza, y en la
actualidad los Hermanos Martinez Cava .Como habrán visto Salzillo dejó algo más
que una importante cantidad de obras de una excelente calidad artística y
sentimental, dejo sin ser consciente para siempre en Murcia el afán de
reproducir sus obras para gloria de Dios y de la gente de Murcia.
No es una persona
murciana la que hoy pretendo que ocupe
estas páginas, pues nacido en el año 1.904 D. José Sánchez Lozano venia al mundo en la
localidad costera del Pilar de la Horadada, aunque desde bien joven comprendió
y se esmeró en imitar la obra de Salzillo, dando buena muestra su entrada en el
taller de Planes Peñalver o sus estancias en Madrid y Barcelona con el fin de
mejorar la técnica del dibujo, obteniendo con 17 años la mención de mejor
alumno en la asignatura de Modelado y Vaciado de la Escuela Artes y Oficios
Artísticos y Bellas Artes de Murcia, como vemos Sánchez Lozano mostraba claras
aptitudes hacia la imaginería y la talla.
‘’Como
Salzillo quiero hacer arte especialmente religioso….
Admiro
a los escultores barrocos españoles’’
En las anteriores
palabras de Sánchez Lozano publicadas en el diario ‘’La Verdad’’ en el año 1.949, el escultor dejaba claro su especial
admiración por Salzillo, admiración evidenciada claramente en su legado artístico,
legado que debido a su buen hacer dejó
en gran parte del arco mediterráneo, regalando para la historia una gran
cantidad de obras de una excelente calidad y similitud con la obra de Salzillo.
Coincidiendo por otro lado con la postguerra española en la que debido a la
destrucción de una gran cantidad de arte sacro
su producción se vio favorecida por el afán de tantas y tantas cofradías
y entidades por volver a recordar a aquellas imágenes que desde muchos siglos
atrás habían ocupado sus capillas, hornacinas, y lo que es más importante, un
rincón en los corazones los ciudadanos de una determinada ciudad. A lo
anteriormente enunciado, debemos sumarle la asignación que pronto recayó sobre
su persona como restaurador oficial de
las obras de Salzillo, padre e hijo, Bagietto , Nicolas Fumó y Bussy. Como
verán, Sánchez Lozano siempre tuvo clara la idea y la línea a seguir en su
producción, Salzillo y únicamente Salzillo.