Habla la prensa de una coronación
canónica en la Villa de Cieza, las crónicas empiezan a hablar de que hubo una descoronación
de la Virgen del Buen Suceso, pero.... ¿por qué?¿ a qué se debe tanto alboroto mediático?
-reducido - claro está.
Pues bien tal y como se leía en la
misa de recibimiento de la Santísima Virgen del Buen Suceso de Cieza, patrona
de Cieza, sus gentes y su huerta melocotonera y olivera, el Señor Obispo de la Diócesis
de Cartagena, D. José Manuel Lorca Planes , decretaba la próxima coronación
canónica de la Patrona de Cieza el próximo 14 de septiembre de 2014, acto
enmarcado ,supongo yo , dentro del Centenario de la mayor institución a nivel
organizativo de Cieza, la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza.
El ritual de la Coronación Canónica
es una ceremonia a través de la cual la Santa Sede concede un privilegio a
determinadas imágenes marianas del mundo-destacadas tanto por su antigüedad
como por la especial veneración que el pueblo les profesa- a través de la
imposición solemne de una corona, atributo que simboliza la realeza de María,
así como su victoria y dominio sobre todo
el orbe cristiano (1).
Conviene señalar que el origen de la ceremonia
se encuentra en la predicaciones del religioso capuchino Girolamo Paulucci de
Calboli da Forli (Forli, 1552 - Parma, 1620), quien las terminaba con la
imposición de una corona a las imágenes de María más veneradas en el lugar
donde realizaba sus misiones; sin embargo, no sería hasta fechas muy recientes
cuando el pontífice Pío XII instituyó oficialmente la memoria litúrgica del
Reinado de María, promulgándose a tal efecto la Encíclica Ad Caeli Reginam, que
data del añ 1954.
Enlace del texto Ad Caeli Reginam:
A continuación paso a explicar los
tipos de coronaciones que se pueden dar:
Según la instancia o autoridad
eclesiástica concedente, la coronación canónica puede ser:
Pontificia: concedida por el pontífice,
en este caso Francisco I.
Diocesana: concedida por un obispo
de diócesis. Inicialmente el obispo sólo tenía la iniciativa, declarando la
coronación el Capítulo de San Pedro. Juan Pablo II agilizó el trámite otorgando
la competencia al Ordinario de Lugar.
Litúrgica: es aquella que no
necesita de permiso alguno, que la realiza cualquier eclesiástico y puede
llegar a ser elevada al rango de Canónica Diocesana.
Por lo que según esta clasificación
nuestra patrona será una coronación canónica diocesana, puesto que la ha
otorgado el Obispo de la Diócesis de Cartagena.
Y por qué se hace una corona o se le
pone una corona después de pasado un año, he aquí la respuesta:
En cuanto a la diadema o corona ha
de unir la dignidad y nobleza a la sobriedad, tanto en los materiales como en
la ejecución, según los condicionantes culturales y los gustos artísticos de la
comunidad, de modo que sea símbolo adecuado.
Se recomienda para su celebración
preferentemente alguna memoria de la Virgen u otro día festivo: en este caso
será un domingo, día del Señor, víspera de la Solemnidad de todos los Santos:
no olvidemos que María es Reina de todos los Santos y la Panagia o Toda Santa.
Y en qué momento del misal se suele
hacer la coronación de la Sagrada Imagen por parte del obispo:
La coronación suele realizarse
dentro de la Eucaristía, lo más frecuente aunque también puede hacerse en el
marco de las Vísperas de la Liturgia de las Horas o de una Liturgia de la
Palabra. Todo transcurre del modo acostumbrado hasta la homilía, que debe
resaltar el papel materno y regio de
María en la Iglesia. Frecuentemente la(s) corona(s) es/son portada(s) en la
procesión de entrada.
Después de la predicación, ministros, generalmente los padrinos, llevan la corona al Obispo, que, despojado de la mitra, recita la oración de bendición y la rocía con agua bendita. A continuación procede a su imposición sin decir nada; si es una imagen de la Virgen Madre, primero se corona la imagen del Niño Jesús, y después la de María. A continuación se canta una antífona o canto que exalte la realeza de María mientras el Obispo inciensa la imagen. Acabado el canto, se hace la oración de los fieles y continúa la misa del modo acostumbrado.
Después de la predicación, ministros, generalmente los padrinos, llevan la corona al Obispo, que, despojado de la mitra, recita la oración de bendición y la rocía con agua bendita. A continuación procede a su imposición sin decir nada; si es una imagen de la Virgen Madre, primero se corona la imagen del Niño Jesús, y después la de María. A continuación se canta una antífona o canto que exalte la realeza de María mientras el Obispo inciensa la imagen. Acabado el canto, se hace la oración de los fieles y continúa la misa del modo acostumbrado.
Es muy frecuente, al menos en nuestras latitudes, que todo acabe con una procesión
triunfal en reconocimiento de la dignidad que la Iglesia ha conferido a esa
efigie mariana.
NATURALEZA Y
SIGNIFICADO DEL RITO
La santa Madre Iglesia no ha dudado en
afirmar repetidamente la legitimidad del culto tributado a las imágenes de
Cristo, de su Madre y de los santos y con frecuencia ha adoctrinado a los
fieles sobre el significado de este culto.
2. La veneración a las imágenes de Santa
María Virgen frecuentemente se manifiesta
adornando su cabeza con una corona real. Y, cuando en la imagen la santa Madre de Dios lleva en los brazos a su
divino Hijo, se coronan ambas imágenes.
Al efectuar el rito, se ciñe primero la corona a la imagen del Hijo y luego a la de la Madre.
3. La costumbre de representar a Santa María Virgen ceñida con corona regia data ya de los tiempos del Concilio de Éfeso (del año 431), lo mismo en Oriente que en Occidente. Los artistas cristianos pintaron frecuentemente a la gloriosa Madre del Señor sentada en solio real, adornada con regias insignias y rodeada de una corte de ángeles y de santos del cielo. En esas imágenes no pocas veces se representa al divino Redentor ciñendo a su Madre con una refulgente corona.
4. La costumbre de coronar las imágenes de santa María Virgen fue propagada en Occidente por los fieles, religiosos o laicos, sobre todo desde finales del siglo XVI. Los Romanos Pontífices no sólo secundaron esta forma de piedad popular, sino que, además, «muchas veces, personalmente con sus propias manos, o por medio de Obispos por ellos delegados, coronaron imágenes de la Virgen Madre de Dios ya insignes por la veneración pública.» Y, al generalizarse esta costumbre, se fue organizando el rito para la coronación de las imágenes de
Santa María Virgen, rito que fue incorporado a la liturgia romana en el siglo XIX.
5. Con este rito reafirma la Iglesia que Santa María Virgen con razón es tenida e invocada como Reina, ya que es: - Madre del Hijo de Dios y Rey mesiánico: María, en efecto, es Madre
de Cristo, el Verbo encarnado, por medio del cual «fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades»;Madre del Hijo de David, acerca del cual dijo el ángel con palabras proféticas: «Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin»; de ahí que Isabel, llena del Espíritu Santo,
saludó a la Santísima Virgen, que llevaba a Cristo en su seno, como «Madre del Señor»;
- es colaboradora augusta del Redentor: pues la Santísima Virgen, como nueva Eva, por eterno designio de Dios, tuvo una relevante participación en la obra salvadora con a que Cristo Jesús, nuevo Adán, nos redimió y nos adquirió para sí, no con oro y plata efímeros, sino a precio de su sangre, e hizo de nosotros un reino para nuestro Dios;
- es perfecta discípula de Cristo: la Virgen de Nazaret, dando su asentimiento al plan divino, avanzando en su peregrinación de fe, escuchando y guardando la palabra de Dios, manteniéndose fielmente unida a su Hijo hasta la cruz, perseverando en la oración con la Iglesia, intensificando su amor a Dios, se hizo digna, de modo eminente, de «la corona merecida», «la corona de la vida», «la corona de gloria» prometida a los fieles discípulos de Cristo; y, por ello, «terminado el curso de la vida terrena, fue asunta en alma y cuerpo a la gloria celestial y enaltecida por el Señor como Reina del Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los que dominan y vencedor del pecado y de la muerte»;
- es miembro supereminente de la Iglesia: esclava del Señor, que fue coronamiento del antiguo Israel y aurora santa del nuevo pueblo de Dios María es «la parte mayor: la parte mejor, la parte principal y más selecta» de la Iglesia; bendita entre las mujeres. por el singular ministerio a ella encomendado para con Cristo y todos los miembros de su Cuerpo místico, como también por la riqueza de virtudes y la plenitud de gracia, María sobresale
entre la raza elegida, el sacerdocio real, la nación consagrada, que es la
Iglesia; y, por ello, con toda justicia es invocada como Señora de los hombres y de los ángeles y como Reina de todos los santos. Y la gloria de la Santísima Virgen, hija de Adán y hermana de los hombres, no sólo honra al pueblo de Dios, sino que ennoblece a todo el género humano.
6. Al Obispo de la diócesis, juntamente
con la comunidad local, corresponde juzgar
sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen María. Pero téngase en cuenta que solamente es
oportuno coronar aquellas imágenes que, por
la gran devoción de los fieles, gocen de cierta popularidad, de tal modo
que el lugar donde se veneran haya
llegado a ser la sede y como el centro de un
genuino culto litúrgico y de activo apostolado cristiano. Con el
tiempo conveniente, antes de la celebración
del rito, se ha de instruir a los fieles
sobre su significado y sobre su carácter exclusivamente religioso, para
que puedan participar con fruto en la
celebración y sepan entenderla debidamente.
7. La diadema o corona que se ponga a una imagen ha de estar confeccionada de materia apta para manifestar la singular dignidad de la Santísima Virgen; sin embargo, evítese la exagerada magnificencia y fastuosidad, así como el deslumbramiento y derroche de piedras preciosas que desdigan de la sobriedad del culto cristiano o puedan ser algo ofensivo a los fieles, por su bajo nivel de vida.
II. MINISTRO DEL RITO
8. Es conveniente que el rito sea oficiado por el Obispo diocesano; si él no pudiera personalmente, lo encomendará a otro Obispo, o a un presbítero, con preferencia a alguno que haya sido activo colaborador suyo en la cura pastoral de los fieles en cuya iglesia se venera la imagen que va a ser coronada. Si se va a coronar la imagen en nombre del Romano Pontífice, obsérvense las normas que se indiquen en el Breve Apostólico.
III. ELECCIÓN DEL DÍA Y DE LA ACCIÓN LITÚRGICA
9. El rito de la coronación ha de realizarse en alguna solemnidad o fiesta de santa María Virgen, o en algún otro día festivo. Pero no conviene hacerla ni en las grandes solemnidades del Señor ni tampoco en días de carácter penitencial.
10. Según las circunstancias, la coronación de la imagen de la Santísima Virgen María puede hacerse dentro de la Misa, en las Vísperas de la Liturgia de las Horas, o en una adecuada celebración de la palabra de Dios.
IV. COSAS QUE HAY QUE PREPARAR
11. Para el rito de la coronación, además de lo necesario para el acto litúrgico al que se une, se ha de preparar:
- el Ritual de la coronación;
- el Leccionario Romano;
- la corona o coronas, dispuestas en un lugar conveniente;
- el recipiente del agua bendita con su aspersorio;
- el incensario con la naveta del incienso y la cucharilla.
12. Las vestiduras sagradas han de ser de color blanco o festivo, a no ser que se celebre una misa que requiera ropa de otro color.
Si se celebra misa, prepárese:
- para el Obispo: alba, estola, casulla, mitra y báculo
pastoral;
- para los diáconos: albas, estolas y, si parece oportuno,
dalmáticas
- para el lector y los demás ministros: albas u otras vestiduras
legítimamente admitidas.
Resaltar
algunas de las coronaciones canónicas más importantes:
* 1904 - Virgen de los Reyes. Patrona de
Sevilla. Anónimo (siglo XIII).
* 1964 - Virgen de la Esperanza Macarena.
Dolorosa de Sevilla. Círculo de Pedro Roldán (hacia 1680).
*1984
- Virgen de la Esperanza de Triana. Imagen Dolorosa de Sevilla. Antonio Castillo
Lastrucci (1929).
*1909
y 1960 - Virgen de la Cabeza. Patrona de Andújar. José Navas-Parejo Pérez (1944).
*
1927-Virgen de la Fuensanta .Imagen de origen gótico. Patrona de Murcia.
* 2006.Virgen de los Dolores, Cofradía de Jesús, Francisco Salzillo (1756).Murcia.
Fuentes:
José María Cámara Salmerón
Cofrade , Soñador y enamorado de ella
17/5/13
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