De
vez en cuando la ‘’caja tonta’’ te trae algo bueno, y hoy ha sido una noche de
esas que me ha tocado ver algo ‘’interesante’’ la historia de un deportista de
82 años, un hito de superación, constancia y amor por la vida… Ed Whitlock
http://www.marca.com/blogs/perarnau-221/2012/10/16/ed-whitlock-el-maratoniano-del.html
1.- Otoño, tiempo de setas y maratones. Cada semana se suceden las grandes carreras de largo aliento, con dominio aplastante de kenianos y demás atletas africanos, una avalancha de corredores por debajo de las 2 horas 10 minutos, varios de ellos flirteando con el récord mundial (2h 03'38, Patrick Bakau).
3.- Les acercaré un poco a Whitlock. No fue un gran atleta universitario: corrió la Milla en 4'25 en una época en que Roger Bannister había roto la frontera de los cuatro minutos. Y no se dedicó seriamente al atletismo hasta los 41 años, cuando ingresó en la categoría de veteranos. Lo hizo en 800 y 1.500 metros, sin destacar en exceso. Pero con los años fue incrementando la distancia y acercándose al éxito.
4.- Tras jubilarse como ingeniero de minas, empezó a entrenar el largo aliento hasta convertirse en un maratoniano prodigioso. Debutó a los 65 y a los 69 se convirtió en la persona de más edad en el mundo en correr por debajo de las tres horas: 2h 52'47. Y siguió corriendo: 2h 54'48 con 73 años; 2h 58'40 a los 74; 3h 04'54 a los 76; 3h 15'54 a los 80 años... Este año había batido el récord mundial de la Media Maratón en 1h 38'59 y el pasado domingo logró el mejor crono de la historia para un hombre de 81 años: 3h 30'26, por supuesto en Toronto.
5.- Whiltock vive en Milton, cerca de Toronto. Próximo a Milton hay varios paraísos para un runner: caminos rurales, colinas suaves e incluso las estribaciones del Niágara y su catarata célebre. Pero Whitlock prefiere un cementerio.
6.- Es el cementerio de Milton, dentro del cual corre a diario durante horas en un circuito oval de 500 metros que circunda el Evergeen Cemetery. Se trata de una imagen surrealista la de este ángel volador, ligero como una pluma, melena blanca al viento, corriendo en solitario, dando vueltas entre las tumbas de sus vecinos.
7.- Desde hace 16 años, Whitlock se entrena siete días a la semana. A mediados de los 90, cuando corría bastante más de tres horas diarias, llegó a cubrir 150 kilómetros semanales, 8.000 al año. Ahora se ha estabilizado en las dos horas y media de trabajo diario. Siempre solo. Cuando su hijo Clive le acompaña, lo hace corriendo varios cuerpos por delante. Whitlock no quiere compañía alguna: "Corro para mi placer y cuando lo hago prefiero estar solo. Hago lo que me apetece".
8.- Pero siempre en el cementerio. No se entrena en otras zonas porque odia los vehículos y la compañía: prefiere la silenciosa soledad del camposanto. "Mis hijos dicen que estoy loco, pero aquí mantengo el ritmo, mientras que en la ciudad me acelero sin querer". Y dando vuelta tras vuelta al cementerio "no imagina usted lo lejos que uno puede llegar con la mente".
y 11.- La madre de Ed Whitlock falleció a los 93 años; su tío Arthur, a los 107. La longevidad, por tanto, es consustancial a la familia Whitlock. No les quepa duda que este hombre seguirá corriendo alrededor del cementerio hasta fundirse en él.
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