@JoseMariaCamara
Espero que os guste.
Finalizo ,en esta noche futbolera , mi particular visión de la Semana Santa de Cieza 2018.Hoy os traigo la segunda parte de mi crónica de la Semana Santa que se fue. Además os recuerdo que desde ayer tenéis en mi canal de Youtube una lista de reproducción con mas de 200 vídeos en calidad HD y 4K de la Semana Santa 2018.
La
Semana Santa de los nombres propios y del pueblo (II)
De
Miércoles Santo a la Resurrección.
La tarde del Miércoles
Santo volvió otro año más a convertirse en una tarde donde el pueblo acudió en
masa a los traslados que desde sus sedes hacían las hermandades de San Juan y
la Magdalena, precedidos por los alegres pasacalles de los tercios infantiles
de las cofradías de los Dormís, Beso de Judas y Samaritana.
Con un sol
resplandeciente en lo alto, y cuando el reloj marcaba las cinco y media de la
tarde el pasodoble de los Dormis comenzó a invadir cada uno de los rincones de la Calle Cartas.
Salía el Ángel Triunfante del tercio infantil de los Dormis, mientras que los tercios
infantiles de las Cofradías del Beso de Judas y la Samaritana dirigían sus pasos
hacia la Cañeta, lugar desde el cual iniciaron en grupo el pasacalles que daría
paso a los traslados más castizos y ciezanos que tienen lugar en nuestra Semana
Santa, con permiso del Santo Cristo del Consuelo. Quizás merece una revisión
este pasacalles, el de los tercios infantiles, puesto que cada año la
participación de los niños y niñas va en descenso, motivados quizás, por el
interés en participar en la procesión de la noche. Pero antes de la noche las
cofradías de San Juan y la Magdalena hicieron suyas las calles de Cieza,
dejándonos estampas tan bellas como el paso de San Juan por los Egios,
verdadero balcón a la huerta ciezana, o la subida por la Calle Mesones del
cortejo Magdaleno. Larga vida a los traslados del Miércoles Santo que anticipan
la llegada de la noche, de la Procesión General.
La Procesión General del
Miércoles Santo supuso la confirmación de que la Semana Santa de Cieza
constituye el evento clave en la persona del ciezano. La Semana Santa se va
erigiendo año tras año en una fiesta que con el poso de los años se ha
instalado plenamente en el ideario colectivo del pueblo de Cieza. Fue la
Procesión General del Miércoles Santo la confirmación de lo dicho
anteriormente, una procesión que con unos cortejos amplísimos y unas calles
llenas de gente se erigió en la procesión de procesiones de este año, pues
ninguna otra llegó a congregar a tanta gente, nazarenos y espectadores, en las
calles de Cieza. Siendo este elemento el principal para que la procesión fuera
un poco lenta, pero: ¡bendita lentitud si siempre es provocada por la
participación masiva del pueblo de Cieza en los cortejos procesionales! .Acabó
la jornada cuando de madrugada entró la Virgen de los Dolores a la Basílica de
la Asunción, por cierto, por poner alguna nota discordante a esta impresionante
jornada. Deben los espectadores valorar si están viendo una procesión porque lo
que ven les atrae o porque están de juerga con sus amigos, si este último es el
motivo: por favor quédense en sus casas y déjenos ver las procesiones tranquilamente,
harán bien a la Semana Santa de Cieza.
Jueves Santo Día del Amor
Fraterno, jueves de Esperanza y Agonía en las calles de Cieza.
Tras la celebración
eucarística del Jueves Santo la Cofradía de los Hijos de María ponía de nuevo
en la calle su amplio cortejo de manolas. Al filo de las ocho y media de la
tarde, y tras proceder a dar la bienvenida a los invitados y presidencia de
honor, la cual recayó en el periodista ciezano D. Alejo Lucas, la imagen
comenzó a salir poco a poco por la puerta de la Casa Museo de la Semana Santa
de Cieza. Destacar como siempre el impresionante manto de flores realizado por
los propios hermanos de la cofradía; manto que este año tenía como elementos
centrales el pan y el vino de la Última Cena. Por otro lado destacar también la
vuelta a este cortejo del canto coral, y es que la Coral Ars Nova se situó dentro de la Casa de Hermandad de los Hijos
de María para interpretar al paso de la imagen dos delicadas composiciones. Por
otro lado, y como es tradición, en la Esquina del Convento la rondalla de la
Residencia de Ancianos interpretó una adaptación de la conocida marcha
procesional ‘’Caridad del Guadalquivir’’
rompiendo la Esquina del Convento a aplaudir cuando terminó la interpretación.
Es este uno de los momentos que poco a poco se ha convertido en definitorios
dentro de la procesión de los Hijos de María. Al filo de la media noche y tras
llevar un ritmo de procesión más rápido que otros años la imagen de Nuestra
Señora de Gracia y Esperanza se despedía del pueblo de Cieza. En la intimidad
de la Casa de Hermandad una persona rompía a llorar ante la Madre. Tras 19 años
el capitán de los tronos de los Hijos de María: D. José Ortiz dejaba la campana
para pasar a ser un andero anónimo. Dejaba tras 19 años de ser cabo de varas.
19 años en los que centenares de personas hemos aprendido a valorar y querer
las tardes del Jueves Santo con su voz ronca, sus palabras de ánimo y su mirada
siempre atenta para que a Nuestra Señora de Gracia y Esperanza nada le pasara
en su caminar por las calles de Cieza. ¡Que honor el tuyo Pepe! ¡Que honor
dirigir durante 19 años la institución de la Eucarística el Martes Santo y el
Dolor de una Madre en la tarde del Amor Fraterno! ¡Que honor tan inmenso!
Personas como Pepe hacen de nuestra Semana Santa una Semana Santa grandiosa.
Grandiosa como el servicio que Pepe presta día tras día a quienes hasta su tez
morena se acercan para pedirle cualquier cosa en post de la Semana Santa.
Grandiosa como la Procesión del Silencio.
Otro Jueves Santo más las
doce campanadas nos marcaban la salida de la Procesión del Silencio. Jueves
Santo en el que tras muchos años D. Antonio Lucas Parra dejaba de ser el
presidente en la noche del Silencio para ser un hombre anónimo, uno más, en el
cortejo de la Agonía, su amplio e incontable legado junto con el de sus
directivos era recogido por D. José Villa Señas, el cual se enfrentó a su
primera procesión como Presidente de la Cofradía del Santísimo Cristo de la
Agonía. Destacar como siempre la solemnidad, recogimiento y respeto con la que
el pueblo trata a esta procesión. Procesión que desde que salió hasta que entró
tuvo una temperatura ideal para su contemplación, permitiendo que en su entrada
a la Basílica la plaza estuviera abarrotada de gente observando a Cristo mientras
entrega su alma a Dios Padre. "¡Elí, Elí! ¿lama sabactani?"..Con esas palabras el
alma de un romano estaba siendo llamada al cielo, al balcón privilegiado de los
procesionistas ciezanos.
Se levantó la mañana del
Viernes Santo con aires de tristeza, se levantó un nuevo día roto de dolor. En
un día llamado a ser esplendoroso, lleno de luz y monumental las tornas se
cambiaron, todo se entristeció y el cielo incluso rompió a llorar inconsolable.
Aquella mañana del Viernes Santo quiso Dios llevarse consigo a un romano que
bien parecía sacado de la propia Roma. Debo reconocerles que en la
participación en FITUR mi objetivo no paraba de detenerse en su rostro, puesto
que sus rasgos me parecían los más representativos del Tercio Romano de Cieza,
con permiso del Flecha .El rostro del Manta
era uno de esos rostros que con solo verlo llegar ya te trasmitía gloria,
seriedad y respeto, lo mismo que infunde con su paso el Tercio Romano. Su
estandarte aquella mañana se quedó desconsolado llorando en la Calle Cadenas, y
junto a el el Tercio Romano. Esa mañana las corazas, espadas y plumas de los
Armaos decidieron no salir a buscar a Cristo en el Paseo y en las calles de
Cieza, el Tercio decidió aupar al cielo al Manta, el buen romano que aquella
mañana murió donde Cristo Resucita: En los Valencianos del Convento, lugar de
tantas y tantas tertulias cofrades el alma del Manta se fue al cielo, se fue al
cielo en la mañana en la que el cielo lloró desconsoladamente cuando ante sus
puertas San Pedro le indicó al Manta su hueco para junto al Morena, Antonio
Salas, El Cabo Vázquez y tantos y tantos cofrades ciezanos disfrutara de ahora
en delante de nuestra Semana Santa. La mañana del Viernes Santo no fue la
mañana del Viernes Santo según Cieza, fue una aproximación, porque sin los
Armaos desfilando por nuestras calles no
es Procesión del Penitente, es una procesión sin apellido, un redoble sin
cuerdas, una caracola sin escuadras y un Prendimiento sin el Nazareno . Todo
acabó de manera precipitada cuando el cielo rompió a llorar al filo del
mediodía, a paso ordinario las imágenes comenzaron a llegar a la Casa Museo de
la Semana Santa de Cieza. Todo acabó con las calles de Cieza llenas de lágrimas
de San Pedro.
La tarde del Viernes
Santo de nuevo fue de los Hermanos Dormis que a media tarde trasladaron a su
Señor desde la Gran Vía de Cieza hasta su Casa de Hermandad .Traslado que a
ritmo de pasodobles gana año tras año en presencia de hermanos y cofrades que
desean ver al grupo de Carrillo desfilar por el entorno del Paseo.
La luz del Paseo poco a poco fue dejando paso
a la última noche. Los últimos rayos de luz se hacían presentes en la Plaza de
la Asunción cuando el Cristo del Perdón comenzó a salir por la puerta de la
Basílica. Comenzaba la última de las grandes procesiones. Destacar el respeto,
solemnidad y abrazo sentido que el pueblo de Cieza regaló a los Armaos cuando
por nuestras calles desfilaron al compás del tambor destemplado. En esa noche
las piernas no tocaron el cielo al caminar, sino que los pies besaban el suelo
estremeciendo al silencio que toda la noche los acompañó. El silencio se hizo
todavía más palpable cuando en la recogida del Santo Sepulcro el presidente de
los Dormis y un representante de los Armaos portaron tumbado y cogido por ambos
extremos el guion que tantos años había sido acariciado en las procesiones por
el Manta. El respeto de la noche solo se vio roto por el aplauso sincero que la
Calle Cartas regaló a los Armaos cuando dejaron a Cristo Yacente en el sepulcro
en el que se convierte la Casa de los Dormis en la noche del Viernes Santo.
Dejando a un lado a los Armaos destacar la participación esa noche en el
cortejo del grupo escultórico de la Piedad, algo habitual , pero que en esa
noche cobraba importancia pues hace 75 años el escultor José Capuz dejó a los
ciezanos una buena muestra de su arte en la obra de la Piedad. Por otro lado
hacer mención especial a las entradas de San Juan y la Soledad en la Basílica,
ambas con la lectura de una oración, una desde la puerta, San Juan, y otra
desde el Balcón de los Ferrer, Soledad.
La soledad en la que
quedó la Plaza tras la entrada de María en su Soledad pronto se fue rompiendo
ante el descenso de Cristo a los Infiernos. Otra madrugada más los hermanos de
Ánimas volvieron a tocar tres veces a las puerta de la Basílica para
encontrarse con su Cristo, el Cristo que baja a los Infiernos para liberar al
primera padre ,Adán, y mostrarnos una cara de la Semana Santa distinta a la que
se había visto el resto de días en las calles de Cieza. Este año bajo la atenta
mirada de 7RM, el cortejo congregó a numerosos curiosos que año tras año quedan
anonadados ante el paso de tan magno, castellano y solemne cortejo. Un cortejo
que pese a la lluvia caída inicialmente no cedió en sus ganas de llevar a
Cristo a las mismísimas puertas del Infierno.
Resaltar que durante toda
la noche la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Medinacelí regaló a la Semana
Santa de Cieza un nuevo acto. Desde las 00:30 hasta las 8:30 de la mañana el
Yacente de Carrillo y la Soledad del Convento, obra de González Moreno,
estuvieron expuestas en el crucero del templo de San Joaquín, permitiendo a los
ciezanos velar el cuerpo de Cristo Yacente .Un acto que lleno de
espiritualidad, silencio y encuentro con Cristo llenó las horas de la madrugada
del Sábado Santo Ciezano.
Es innegable que el
Sábado Santo ciezano cada vez va consolidándose más como una cita imperdible
para los ciezanos, y es que cuando los tercios infantiles sacan sus imágenes a
la calle el pueblo de Cieza sale con ellos. De nuevo la Esquina del Convento
fue antesala de la Resurrección. En este emblemático punto ciezano los tercios
infantiles hicieron la Cortesía con sus grupos escultóricos, llenando la plaza
de gente que expectante no quería perderse tal anticipo de la Resurrección.
Resurrección que en la mañana del Domingo de Resurrección volvió a recorrer las
calles de Cieza con los pasos que conforman la Procesión del Resucitado,
procesión que se formó, como es tradicional, tras la Cortesía que se celebró en
la Esquina del Convento .María se encuentra con el Hijo Resucitado, resucitado
que 75 años después desde su creación sigue dejando anonadado al mismísimo
Carrillo cuando en la Esquina del Convento resucita entre el vuelo de los
caramelos y los acordes de ‘’La Cortesía’’.
Todo acabó en la Ermita
de San Bartolomé, donde los nostálgicos acudimos junto con la Virgen del Amor
Hermoso a cerrar la Semana Santa y dejar escapar los sentimientos acumulados en
nuestro interior.
Otro año más la Semana
Santa de Cieza acabó cuando la imagen de Gonzaléz Moreno entró entre el repicar
de las campanas. La Semana Santa visible terminó, pero la silenciosa, siempre
está presente y continua entre nosotros. Está presente en El Anda, en cada
tertulia del Café San Sebastián, en la nostalgia de las noches de invierno, en
la reproducción de una marcha procesional , en una reunión de directiva o en el
simple recuerdo de lo grandiosa que fue la Semana Santa de Cieza 2019.Una
Semana Santa con nombres propios y del pueblo.
La Semana Santa nunca
acaba si en nuestro recuerdo y ánimo permanece presente.
José María Cámara Salmerón
Cofrade y Soñador
17/5/13
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