@JoseMariaCamara
Vuelvo después de Semana Santa .Después de quince días de procesiones, descanso y estudio vuelvo a dar vida a este mi blog. Hoy os traigo la primera parte de la crónica que realicé para Cieza en la Red acerca de la Semana Santa de Cieza 2018.
Espero que os guste.
LA
SEMANA SANTA DE LOS NOMBRES PROPIOS Y DEL PUEBLO (I)
De
Viernes de Dolores a Martes Santo.
Como todo en la vida,
antes o después, las cosas llegan. Llegan con más sigilo o con más aceleración,
pero llegan. Como no podía ser de otra forma la Semana Santa de Cieza comenzó a
llegar días antes de Viernes de Dolores. Comenzó a llegar en forma de gradas,
de banderines colgados de las farolas, de traslados de tronos a la basílica, de
recogida de túnicas y de reuniones de última hora. Son estas las convocatorias
silenciosas a vivir una nueva Semana Santa, la de este año con nombres propios.
Personas anónimas que con su trabajo y esfuerzo han dejado huella allá por
donde han ido. Personas que este año han decidido, de manera voluntaria o no,
hacerse a un lado, subir al cielo o cumplir años con una determinada hermandad.
También ha sido la Semana Santa del pueblo, un pueblo que en cada cortejo ha
confirmado que la Semana Santa de Cieza es del pueblo y para el pueblo, como
diría D. Alberto Castillo Baños. Ha sido esta Semana Santa de Cieza 2018 una
Semana Santa de sensaciones encontradas y de éxito de participación .Éxito que
comenzó a vislumbrarse en la noche del Viernes de Dolores, primer día de la
Pasión según Cieza.
Comenzó la Semana Santa
de Cieza con un tiempo un tanto inestable que traía malos augurios para unos
cofrades que se encontraban ansiosos de ver a la Dolorosa cruzar el dintel de
los sueños.
A las cinco y media desde
la Basílica de la Asunción los jóvenes Niños de la Cruz sacaban a la calle a su
Virgen de la Estrella. Procesión la de este año un tanto mermada en cuanto a
participación, quizás debido al frio e inestabilidad atmosférica que imperaba,
pero ahí estaban: dando Fe de su amor por las tradiciones ciezanas y por la
Semana Santa. Tras casi dos horas de cortejo el mismo se recogía a los sones de
Caridad del Guadalquivir, dejando un
breve paréntesis hasta que el Medinaceli pisara por última vez las calles de
Cieza, calles que en cuestión de minutos se llenarían de agua de lluvia. La
inestabilidad atmosférica que a principio de la tarde se iba haciendo latente
terminó de ser realidad cuando sobre las ocho de la tarde comenzó a llover de
manera intensa en las calles de Cieza. En esos mismos instantes la Cofradía de
Nuestro Padre Jesús de Medinaceli decidía no sacar a la calle a su titular,
celebrando el piadoso acto del Vía Crucis en el interior del templo de San
Joaquín. Mientras tanto la cara del presidente de la Dolorosa, Vicente
Carrasco, era un poema .El temor a la lluvia y a no poder hacer el traslado de
su titular pesaba mucho sobre los hombros de él y su junta directiva. Las
reuniones privadas se sucedieron hasta las diez menos diez, cuando se anunciaba
que la Dolorosa si saldría tras parar de llover y comenzar a despejarse el
cielo.
¡Volvió a sonar el cornetín de órdenes de la
OJE!.¡Comenzaba la Semana Santa de Cieza 2018!.