''Al final, mi vida, se mide por cada Semana Santa''

Antonio Bejarano


miércoles, 5 de abril de 2017

INICIENSO Y PASIÓN: A LA MEMORIA DE UN AMIGO (A ti, Pepe Paco)

@JoseMariaCamara

Hace unos meses me propuse escribir un artículo en el que poder contar mis vivencias con Pepe Paco y sus últimos días con nosotros , un artículo que ha sido el más difícil al que me he enfrentado en mi vida , cuatro paradas tuve que hacer mientras que lo escribía, pero creo que el lo merecía , así que me puse a escribir para que en la revista de los Hijos de María  de Cieza ''Entre Varales'', saliera publicado el artículo que hoy os traigo , cuyo título es : ''A la Memoria de un amigo, A ti, Pepe Paco'':


A LA MEMORIA DE UN AMIGO

(A ti, Pepe Paco)

Cinco de abril de dos mil dieciséis, dos de la madrugada, en una sala fría y silenciosa  vi el verdadero rostro de María en la muerte de su hijo. Aquellos instantes los recuerdo como si se volvieran a repetir en estos precisos momentos, recuerdo como crucé temeroso el dintel de esa puerta que llevaba a donde un amigo yacía como Cristo en el sepulcro, recuerdo sutilmente como fundiéndose con el cristal una madre lloraba desconsolada y perdía la mirada en el hijo que horas antes había fallecido trágicamente. La recuerdo con el rostro desencajado y totalmente absorta ante lo que estaba viviendo, la muerte de un hijo, un hijo joven, como Cristo. Durante aquel corto espacio de tiempo yo realmente vi a María a los pies de la cruz, donde su hijo estaba crucificado y muerto. Aquella noche  yo nunca la olvidaré, ni nunca pretendo arrancarla ni de mi memoria ni de mi corazón, aquella noche yo  vi a Maria y por última vez vi el rostro de un gran amigo...

Recuerdo alegremente como siendo un crio  los designios del destino me llevaron a establecerme definitivamente en Cieza, esa ciudad donde mi abuela desde pequeño me ponía cintas en las que se escuchaban alegres voces cantando pasodobles a San Juan y a un señor que llamaban Cristo Bendito , Gloria de Cieza. Mis primeros acercamientos a la Semana Santa de Cieza, una vez que ya era ciezano de pleno, tuvieron lugar en el porche de casa de Marisa, donde unos jóvenes, liderados por Roque, buscábamos la manera de poder sacar una procesión con manolicas y manolicos en la tarde del Viernes de Dolores. Fue esa tarde donde una figura menuda y gracil encabezaba la procesión portando el estandarte de ‘’Los Niños de la Cruz’’. Fueron aquellas procesiones las que con el tiempo fueron forjando nuestra amistad, pero también fueron las reuniones de ‘’El Relevo ‘’ y las posteriores idas y venidas de la vida las que nos hicieron grandísimos amigos.

Íbamos creciendo, ya teníamos otras curiosidades más que las propias de una procesión de niños, ¡nosotros ya queríamos ver como los mayores preparaban los tronos!, ¡como podíamos grabar videos y hacer fotos! .Y por encima de todo, como podíamos rascarle horas al reloj para estar cerca del redoble de un tambor, a la vera de un trono procesional o cerca de una imagen con la que soñar futuras variaciones salidas de tu corazón. Apenas teníamos quince o dieciséis años, pero era como si toda la vida nos hubiéramos tenido el uno al otro, era y es algo inexplicable, la verdad. Recuerdo tus locuras ya más mayores, recuerdo muy cariñosamente aquella noche de viernes en la Basílica de la Asunción , una guitarra,’’Caridad del Guadalquivir’’ y el resto ya lo conoces querido amigo ,te recuerdo tantas y tantas veces en las capillas de la basílica recreándote mirando la Piedad , Ecce Homo y el Cristo de la Sangre ,  pero todavía te recuerdo más nítidamente como cuando llegaban los primeros traslados no había manera de pillarte un segundo, ¡eras un torbellino !, buscabas como trasmitir con la fotografía , o como grabar un video para luego hacer de ‘’Entre Cofrades’’ tu ventana al mundo .También recuerdo como los mediodías del primer sábado de cuaresma nos dedicabas unas palabras a tus amigos en aquel café que todavía te tiene un lado reservado , o como no acordarme de aquellas tardes de Miércoles Santo en las que entrabas a nuestro lugar de reuniones en nuestros hombros imitando las imágenes que despertaban nuestra admiración , cariño y respeto. En fin, te recuerdo mucho, mucho, ¡tanto que ni te lo imaginas!

Ciertamente soy, y era, consciente de que la vida es un mero trámite, hoy estamos y mañana no, pero no esperaba que te nos fueras tan pronto, ¡no me dejaste ni despedirme de ti!, ¡maldito destino que no me dejó ni decirte un adiós , darte un abrazo  o simplemente decirte : Pepe Paco!. Destino: ¿Por qué no me diste una segunda oportunidad e hiciste que aquella mañana de Domingo de Resurrección, cuando entro la Virgen del Amor Hermoso, no fuera la última que lo viera?  ¿Por qué? ¡Nos la jugaste! ¡Espero algún día tu disculpa!.

Nunca olvidaré aquel fatídico y lluvioso mediodía del mes de abril, apenas dos semanas  después de haber acabado la Semana Santa , tu  última Semana Santa, un mensaje de whatsapp nos dejaba a todos atónitos e incrédulos, como a los apóstoles cuando Jesús les anunciaba su Pasión, Muerte y Resurrección. ¡Fui todo lo veloz que pude para ver que no era cierto!, ¡corrí mucho, no te imaginas cuanto!, pero al llegar todo hacía presagiar que efectivamente tu corazón magdaleno y cofrade había dejado de latir. Ya ese niño de figura menuda no volvería a saludarme, ni invitarme a su casa a ver qué estaba haciendo con arcilla, o simplemente no volvería a darme las gracias por darle una revista o una estampa, aquel niño ya no volvería a estar cerca de mí , alegre y expectante ante el sentimiento creado por la Semana Santa de Cieza. Aquel joven ya solo volvería a estar cerca de mi cuando Cieza te despidió al son de marchas procesionales, y en la mejor procesión que la Calle San Sebastián ha visto en su vida me armé de valentía y te llevé sobre mis hombros, como tu dos semanas antes habías llevado en ese mismo lugar a tu Magdalena, la Santa que cada mes veo cerca de tu rostro. Aquella fatídica mañana , ¡hasta el cielo se nublo! y ‘’Caridad del Guadalquivir’’ fue la banda sonora de una despedida nunca deseada, porque de verdad, no sabes Pepe Paco cuanto me duele no tenerte cerca de mí, de nosotros , no sabes cuánto anhelo verte en el recorrido procesional o en cualquier acto, ¡ duele mucho amigo!. Ha pasado casi un año y todavía no soy capaz de acercarme a tu morada, cada vez que voy a visitarte solo puedo mirarte desde unos metros atrás de tu descanso, ¡no soy capaz de tenerte frente a frente!, perdóname, pero todavía no me hago la idea de que no te tenemos, de que ya no volveré a oírte pedirme una foto en la noche de Lunes Santo, ni te veré ilusionado haciendo fotos a los Santos, viendo exposiciones con tu tío , o en el taller de AJ , y menos todavía volveré a ir a la casa de la Malle a ver qué imagen estás haciendo, o que proyecto llevas entre manos, perdóname .Ya solo me queda acercarme a tu tumba a rezarte, hablarte y contarte cómo va la vida aquí abajo, porque sé que en el cielo ya tengo dos estrellas que me escuchan y me cuidan, ¡sé que te tengo , te tenemos!.

Ya me despido, no quiero ponerte triste, solo quiero decirte que aunque los redobles del tambor vuelvan a las calles, que aunque los nazarenos corran presurosos a la Casa de los Santos,  aunque el Cristo de la Sangre vuelva a vestirse de rosas rojas, y aunque vuelva a venir la Semana Santa Ciezana, tu siempre seguirás con nosotros Marcando el paso....

No te olvidamos




José María Cámara Salmerón
Cofrade y Soñador
17/5/13








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