ESTAMPAS COSTUMBRISTAS
DE MI VIDA (I), LA MUJER DEL PILAR
Corría el año
dos mil diez, comenzaba una nueva etapa en mi vida, empezaba la
universidad y con ella un mundo totalmente distinto al vivido previamente en el
instituto.
La necesidad de
aprender inglés me llevo a apuntarme a la escuela de idiomas de mi universidad
la UCAM, debo reconocer que termine bachiller siendo un petardo en inglés, y
gordo.
Y ustedes que empiezan
a leerme dirán, ¿bueno y que tiene que ver una mujer con el inglés y la
universidad?, pues mucho señores mucho.
Como bien sabéis
aquellos que me conocéis y los que no ya os lo digo yo , soy de Cieza, y no
tengo transporte propio, lo que me llevo a tirarme al autobús, cuando mi gran
amigo José Ángel García no podía bajarme a Cieza al terminar su jornada laboral
, por cierto sino te lo he dicho antes GRACIAS JOSE ANGEL POR ESOS BONITOS
DETALLES HACIA MI PERSONA
Aquellos que me
conocéis sabéis que me caracterizo por ser un observador nato, y controlar todo
lo que me rodea, quizás por cosas de la vida he tenido que aprender a hacerlo
así , o sino la vida me comería lentamente, vamos ''homine lupus homine'' o lo
que es lo mismo, el hombre es un lobo para el hombre.
Para llegar a San
Andrés tenía que cruzar el castizo barrio de San Antolín, y pasar por la puerta
de la Capilla del Pilar, pues bien justo enfrente y rodeada de prensa y flores
se encuentra nuestra protagonista, la mujer de velo acurrucada al calor de unos
cartones, unas veces resguardada en una pequeña puerta o bien apoyada en una
pared al relente del día.
Aquella mujer me llamo
la atención poderosamente, imagínense un chico de 18 años, observador y
sentimental hasta la médula, día tras día, tarde tras tarde veía a aquella
mujer tirada a las manos del destino. Rápidamente mis ojos se encaminaron a
ella, mi mente comenzó a preguntarse ¿por qué una persona de esa edad tenía que
estar en la calle pidiendo? En fin cosas que nunca entenderé.
Aquella mujer rondara
los sesenta años, pienso yo, es peculiar en su aderezo pues viste velo y túnica
siempre de los mismos tonos, esta mujer por sus características debe ser
musulmana, y tener el islam por bandera.
Pues bien hoy han pasado tres años desde que
aquel año empecé a ver a aquella mujer , tres años y cada vez que paso hay esta
, inherente al paso del tiempo ,
inherente al frio , al calor a la lluvia ,para ella los días deben ser todos
iguales, no debe existir distinción entre festivos y laborales, algo
verdaderamente doloroso y más a una persona de su edad.
El día lo pasa
acurrucada entre cuatro cartones esperando que algún alma caritativa le dé una limosna para poder llevarse a la
boca algún trozo de pan, algo realmente duro, pues como bien decía esta día
tras día. Su rostro es el rostro más duro que en mi vida he podido ver, mirada
perdida en la nada, postura de desazón y descorazonamiento.
Esta mujer sin quererlo
se ha convertido en una persona más en mi vida, se ha convertido en un elemento
desagradable. Ojala esa mujer deje de verla y sepa que está bien cuidada, pues
una persona debe tener todas las cosas
bonitas que la vida te puede dar, pero quizás esta mujer fue arrancada de su
país por la obligación de buscar un futuro mejor, que como tantos y tantos
inmigrantes han venido a parar a las
cálidas y ajetreadas tierras murcianas en busca de una salvación para su
vida.
Tan solo quiero acabar haciéndoles un ruego:
cuiden de sus seres queridos mayores o jóvenes, niños o ancianos, pues nadie
merece sentirse solo en el duro camino
de la vida, dadle todo vuestro cariño y cuidar de ellos hasta que el PADRE los
llame al eterno descanso, porque tal y como dice mi abuela, lo que tu hagas hoy,
mañana te harán a ti.
Salmo 71:9'' No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.''
José María Cámara Salmerón
Cofrade soñador y enamorado de ella